Simplemente aplica estos sencillos principios:
VIVE EL PRESENTE
Nuestra tendencia es vivir en el pasado, o en el futuro.
Del pasado solo podemos obtener sentimientos de culpa por aquellas cosas que no hicimos, o que hicimos mal; lo cual nos produce tristeza. O tal vez nostalgia, debido a las cosas buenas que vivimos, los éxitos alcanzados, que ya no se repiten.
En cuanto al futuro, nos produce ansiedad y angustia, por la expectativa sobre lo que esta por venir.
Lo importante es vivir intensamente el presente, utilizando del pasado las experiencias adquiridas; con la esperanza de un futuro promisor, que nos impulse al logro de nuestra realización personal.
Recuerda que el presente es ese brevísimo instante de tiempo que transcurre incesantemente a lo largo de tu preciosa vida.
Vívelo intensamente.
SONRIE
La risa es un tremendo aliado de la felicidad y el bienestar.
Cuando ríes tonificas tu organismo pues pones en acción diversos músculos de tu cuerpo; y debido a la respiración que se acelera, agregas más oxigeno a tu torrente sanguíneo, el cual actúa favorablemente en el cerebro.
De igual modo al reír produces endorfina, la hormona de la felicidad.
Cuando sonríes tu rostro se ilumina, rejuveneces, y contagias alegría a quienes te rodean.
Aplica muchas dosis diarias de sonrisas, para fortalecer tu sistema inmunológico, contagiar a los demás, y disfrutar plenamente la vida.
VIVE COMO UN NIÑO
Los niños saben disfrutar sus momentos.
Dicen lo que sienten, sin ofender a los demás; son sinceros, espontáneos, creativos, intuitivos, expresivos.
Les gusta aprender, siempre están preguntando; confían en los mayores, y aprenden de ellos.
Cuando tienen desavenencias con sus amiguitos, son capaces hasta de pelear, pero olvidan pronto las diferencias, y se reúnen de nuevo con ellos para seguir compartiendo, sin pizca de resentimiento.
De los niños es el Reino de los Cielos.
PERDONA LAS OFENSAS
El perdón es la clave para una vida saludable mental, emocional y físicamente.
Cuando nos negamos a perdonar, lo que hacemos es conservar en lo más intimo de nuestro ser una emoción negativa, que nos hace daño.
Al perdonar nos liberamos del resentimiento, y de todas aquellas emociones negativas producto de las relaciones quebrantadas con el prójimo.
Es el primer paso hacia el encuentro y la reconciliación, que perfecciona las relaciones con los demás.
PIENSA EN POSITIVO
El pensamiento es un gran generador de emociones.
En la mente almacenamos diversas informaciones, en lo que denominamos memoria; las cuales surgen en un momento dado en forma de pensamientos.
Un perfume, una música, la visión de una flor, una palabra, un gesto generan un pensamiento, el cual produce una emoción.
Un recuerdo ingrato, produce pensamientos negativos, y emociones equivalentes.
Con el pensamiento condicionamos nuestra conducta, como si decretamos los sucesos anticipadamente.
Piensa en lo bueno, agradable, amable, en lo virtuoso.
Plena tu mente de las virtudes de los demás, las cosas bellas de la vida, las maravillas de la naturaleza, de lo importante y valiosa persona que eres.
TEN FE
La fe te permite confiar en los demás. Y esa confianza en el prójimo va a generar en ti una sensación de armonía, paz, sosiego, equilibrio.
Esa fe te hace confiar en ti mismo. En tus capacidades, tu potencial, tu valor como persona.
De igual modo te permitirá percibir la revelación que Dios te hace de si mismo, para renovarte como persona; y mostrarte las virtudes del amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y dominio propio.
Por todo lo cual, ratificamos: La Felicidad no tiene Secretos.
Esta ante ti, no desperdicies la posibilidad de experimentarla plenamente.